El amor era el mismo, sus
espíritus los mismos, el lugar que se reencontraron el mismo, sólo había
cambiado un poco por el avance de los siglos, lo único que cambiaba era el
vestuario. Dos almas complementarias que se necesitan la una a la otra para
poder vivir y ser feliz, el amor estaba en sus puertas, la felicidad plena los
estaba esperando, pero cada uno tenía que decidir ser feliz ya que cada persona
es libre para hacer de su vida lo que estime conveniente, ser inmensamente
feliz, o no serlo, la vida es una constante decisión, un constante aprendizaje
una historia de amor que no acaba.
Libro El viajero
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