Sólo escuchar nuestros propios pensamientos, nuestra voz interna, nuestro guía espiritual, encontrar la sinceridad en cada palabra, en cada espacio dentro de nosotros, la armonía y a paz que tanto anhelamos y buscamos, esto y más lo podemos encontrar en el silencio, ese silencio absoluto donde decidimos no escuchar ningún sonido ni ruido externo, ese momento donde se aquieta nuestra mente y nuestro corazón, esos momentos de lucidez, no siempre podemos acceder a ellos, por millones de razones que ocupan nuestra atención, pero es tan necesario estar en sintonía con uno mismo que se vuelve una necesidad, no sólo para aclarar el paso de los días, sino para encontrarnos con nuestras propias necesidades, con nuestros sueños y anhelos más profundos, el reconectarnos con nuestro verdadero Ser, el estar viviendo y disfrutando del ahora nos ayuda a vivir en el presente. Ese silencio lo podemos encontrar en una montaña, en el bosque, en el río o en nuestra habitación, incluso en el más terrible de los ruidos, podemos aquietar nuestra mente y escuchar nuestra voz, el mensaje de nuestro corazón inquieto y de nuestra mente creadora.
El silencio nos devolverá el sonido de nuestra voz interna aquella que nos guía, nos aconseja y nos mantiene conectados con nosotros mismos y con el universo.
...Escucha el silencio, el silencio despierta...
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