Sin
libertad no se puede ser feliz y lo primordial sin libertad no se puede amar. En
la vida por aparentar ser lo que no
somos y ser quien no se es y de
sentir lo que no se siente creamos raíces las cuales van creciendo y
robusteciéndose con el paso del tiempo cuyo fruto es la más cruel de las
infelicidades porque en medio del silencio de la noche se piensa en supuestos,
¿qué hubiera sucedido si hubiera elegido este o ese camino?, muchas veces sólo
se debe ser responsable y seguir adelante disfrazando con una sonrisa una gran mentira, la mentira que se ha
convertido nuestra vida.
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