viernes, 10 de abril de 2015

Hoy


Hoy  es uno de esos días que necesito "escribir", expresarme, plasmar algunos pensamientos que están asaltando mi mente, son pocos en cantidad, pero su esencia está más allá de lo que pretendo expresar.
Me levanté temprano vi los primeros rayos del sol, realmente donde estoy es un paraíso, la primavera ya está presente, el aroma de las flores es intenso, el sol brilla imponente, todo parecía tener un brillo especial tuve una sensación de paz absoluta, comencé a contemplar en silencio todo lo que me rodeaba y comenzaron a asaltarme algunos pensamientos como los siguientes:
  • Vivimos, pero creo que sólo creemos vivir, la mayoría está inserta en estados de estrés y agotamiento, parecemos máquinas programadas para hacer todo automáticamente, no tenemos tiempo para apreciar lo maravilloso de estar y sentirnos realmente vivos, entonces me dije a mí misma, el espíritu es eterno, infinito, y sólo puede percibir la vida estando en un cuerpo, puede disfrutar del sol, del viento, la lluvia, los aromas, y sabores, pero ¿qué estamos experimentando día a día?, algo que realmente sea toda una experiencia omitiendo por supuesto el cansancio, estrés, la rapidez e inmediatez  del mundo actual.
  • Como seres humanos hemos dominado todo, pero hemos dejado en piloto automático nuestra propia vida, pasamos postergando lo que realmente queremos, y esto comenzó hace mucho, primero decíamos cuando sea grande, luego cuando me titule, después cuando tenga mi familia, y ni siquiera nos damos cuenta cuando ya somos ancianos creo, que hay que comenzar ahora a hacer lo que queremos hacer, no lo que quiere el resto que hagamos, sería una buena forma de volver a conectarnos con nosotros mismos...
  • Tenemos miedo a decir lo que pensamos y creemos, y peor aún lo que sentimos, así no podemos ver la luz, sólo destellos de la misma. Tenemos que aprender a expresarnos como humanos, no como máquinas.
  • Hay que sentir para ser, hay que ser para vivir la vida verdadera. Para lograr aquello hay que encender nuestro corazón hay que conectarnos con nuestros sentimientos y pensamientos más profundos y nobles. 
  • Tenemos que recordar que el universo y Dios tienen un propósito de vida para cada uno, cuando no estamos alineados con ese propósito por más que hagamos miles de intentos y pruebas nada resultará como lo esperamos.
  • Siempre hay un plan divino y perfecto en todo y somos parte de algo más grande que nuestra vida y que nosotros mismos, y nuestra vida tiene que estar en sintonía con el propósito de la vida en sí, ella siempre te guiará a cumplir tu propósito...
  • La vida es como un laberinto, puedes elegir miles de caminos, te vas a demorar, pero siempre llegarás donde tienes que estar, aunque llegues a los 75 años, pero llegarás, entonces vas a mirar atrás y te darás cuenta que todos los caminos que elegiste aún los errados te llevaron hasta allí, donde tenías que estar...

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